Un dato que no muchos saben es que para la producción de látex se usan grandes cantidades de amoniaco. El amoniaco es un gas incoloro que puede incorporarse a líquidos; se encuentra en diversos elementos que vemos en la cotidianidad como productos de limpieza o abonos. En pequeñas cantidades no es dañino para el ser humano, pero existen situaciones particulares en las cuales puede llegar a ser altamente tóxico. En sectores como el agrícola son utilizados productos que cuentan con mucho volumen de este gas. De igual forma, en la industria del látex se utiliza para llegar a un punto de estabilidad.
El uso de este gas en el látex ha llevado a investigadores de la Universidad EAFIT a crear un proceso por el cual se pueda reducir la participación del amoniaco en un 90%. Esto se logra a partir del uso de nitrógeno orgánico y agua que, además de lograr la estabilidad del látex, también evitan su coagulación, conserva sus propiedades líquidas y estimula su maduración.
El uso del amoniaco en la producción de látex causa la evaporación del producto, pero, con el proceso planteado por los investigadores de EAFIT esto no sucede, un asunto beneficioso para el ambiente que permite además la reducción de la huella de carbono, lo que favorece la comercialización del caucho en mercados internacionales.
Gracias a este proceso, la industria productora de látex de caucho natural no sólo tecnifica un poco más su producción y reduce los impactos en las personas y el ambiente; además, permite acceder a mercados más estrictos con las condiciones de producción adecuadas.
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