• La patente de invención de una carreta eléctrica otorgada por la SIC, desarrollada por las dos instituciones en un principio para favorecer a los recicladores, fue liberada para que su uso pueda masificarse en esa y otras industrias.
  • La carreta, resultado de un proceso liderado por investigadores de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería de la Universidad, tiene en sus principales características que se mueve en dos direcciones, es apilable y sube pendientes.

​​​Son 200 kilos los que mueve Arnoldo para vivir. De ahí saca su sustento, de recoger material en los barrios de Rionegro (Antioquia) para que luego sea reciclado. ¿Y qué tiene que ver Arnoldo con ingeniería, investigación, innovación y proyección social? Que Arnoldo es uno de los recicladores de la Cooperativa Planeta Verde que desde hace siete años se benefician con una invención que ahora está disponible para que pueda ser masificada.

En 12 horas de trabajo al día un reciclador recoge entre 60 y 80 kilos de reciclaje al día, que representa entre 12.000 y 20.000 pesos, entre 288.000 y 480.000 pesos al mes.

Esa invención es un vehículo de transporte eléctrico (similar a una carreta) que recibió patente de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) de Colombia en el año 2017, y que recientemente liberaron sus titulares, Grupo Familia y EAFIT.

La carreta fue desarrollada hace casi una década cuando la Fundación Familia buscó a profesores y estudiantes de la Escuela de Ciencias Aplicadas e Ingeniería de la U para crear un proyecto que beneficiara a los recolectores. Entre sus características principales están que se puede halar hacia adelante o hacia atrás, se mueve en dos direcciones, y puede ser apilable, ocupan menos espacio.

Luis Fernando Sierra Zuluaga, profesor del Departamento de Ingeniería de Diseño e integrante del Grupo de Investigación en Ingeniería de Diseño (GRID) de EAFIT, explicó que esas especificaciones fueron esenciales para que la SIC entregara la patente y agregó que además ofrece seguridad para circular y para el usuario porque cuenta con elementos reflectivos, bocina, puede subir y se puede parquear en pendientes. “Además tiene un pack de baterías, motor, transmisión y un diferencial que hace que las ruedas que están fijas puedan girar a diferente velocidad cuando se toma una curva”, complementa el ingeniero.

Arnoldo pasó de recoger 60 a 120 kilos al día con la carreta creada por EAFIT y Grupo Familia, lo que representa $30.000 diarios y $720.000 al mes.

Las expectativas con este nuevo paso que da la Universidad en la transferencia de conocimiento se resumen en la intención de que esta carreta pueda beneficiar a muchas más personas. Así lo anunció Adriana García Grasso, directora de Innovación EAFIT, cuando dijo que el compromiso ahora es buscar las estrategias para que, ya liberada la patente, se pueda masificar, quizás con otras entidades, para que se pueda ampliar la incidencia del aporte que hacen los recicladores al medioambiente.

A propósito de esa intención de ampliar los beneficios de la invención, Sara Hernández Hernández, jefa de Transferencia de Tecnología y Conocimiento de EAFIT, anunció en el acto que oficializó la liberación, en un encuentro el 7 de abril en la Universidad, que dos entidades ya han manifestado interés en el vehículo, la Alcaldía de Sabaneta y la empresa de aseo Emaus Pereira.

Desde el punto de vista del ingeniero Luis Fernando Sierra el vehículo no solo es útil para la labor de los recicladores también puede ser útil en otro tipo de empresas que requieran transporte de material, como el sector automotor, por ejemplo.

Así empezó la historia

La Fundación Grupo Familia colabora con recicladores desde hace 13 años en un eje de trabajo que se llama Reciclaje con propósito, en el que se considera fundamental dignificar la labor de este gremio y mejorar su calidad de vida. “Desde ese contexto Familia entendió que era fundamental conocer cuál era la forma más adecuada para que se pudiera dar un traslado más eficiente de los residuos que ellos aprovechaban en el municipio de Rionegro”, explicó Luz Elena Aristizabal, jefa de la Fundación.

Fue ese el propósito con el que contactaron hace siete años a EAFIT, para buscar que el conocimiento viajara en doble vía, desde la academia a la sociedad y de la sociedad a la academia. Fue así como se creó un laboratorio de conocimiento que permitió el diseño de la carreta y su patente.

Lina Eugenia Cock Atehortua, docente del Departamento de Ingeniería de Diseño de la Universidad, recuerda como antecedente de esta colaboración trabajos de grado de estudiantes del pregrado en el que salió un primer prototipo, al que se fueron vinculando otros alumnos y docentes

“Como profesores que vemos los proyectos de los estudiantes nos alegramos mucho cuando uno de estos se materializa en algo que está en la calle, ofreciendo un aporte social y a la sostenibilidad. Además, con una plataforma que, si bien se creó pensando en los recicladores, se puede adaptar para transportar cualquier tipo de material”, concluyó la docente.

¿Qué significa liberar una patente?​

Las patentes protegen los desarrollos e invenciones que organizaciones e inventores realizan. Impiden que otras personas exploten comercialmente productos que, en muchos casos, implicaron años de investigación. Liberar una patente es permitirle a otras personas y organizaciones que desarrollen sus propias versiones y que aprovechen la investigación ya realizada.

¿Cómo acceder a la patente liberada?

Las personas, organizaciones o cooperativas interesadas en hacer uso de esta tecnología, pueden ingresar a la página web www.eafit.edu.co/innovacion/transferencia/ Paginas/carreta-de-reciclaje-ECA.aspx ​donde estará dispuesta la información necesaria para aprovechar esta patente que ahora está al servicio de todos.